Un ¡hurra! emocionado por Ana Oramas, por anteponer su conciencia, a la conveniencia de su partido, buena representante del género femenino, también por Soledad Becerril, por todo lo que vivieron, y ver como los herederos de ETA reivindican una una y otra vez sus "derechos" a desmontar la Constitución, con la ayuda inestimable de Unidos podemos. También comprendo al hijo de Adolfo Suárez, y su tristeza por lo que se está viendo y haciendo para desmontar lo que hace 40 años fue votado por la mayoría de españoles, como se insulta a la Constitución y al Rey, máximo representante del Estado, sin que se les tape la boca a los energúmenos que encima de aguantarlos, hay que pagarlos.