El astrolabio.
Por Bieito Rubido.
España puede con todo.
El 30 may, 2020.
Estamos peor que hace dos años, cuando una mayoría inestable liderada por el PSOE presentó y ganó una moción de censura. Desde entonces, no hemos hecho otra cosa que deteriorar la convivencia y dilapidar lo poco que habíamos avanzado en la recuperación económica. Los dos últimos presidentes del Gobierno que militan en el socialismo nos han decretado un estado de alarma cada uno. Tal vez sea el azar, que tan malas pasadas juega a los pueblos, pero espero no vivir por tercera vez esta excepcionalidad. En todo caso, que se lo piensen bien los votantes en próximas convocatorias. Hasta ahora, creíamos que España resistía frente a toda estulticia y que cualquiera podía encabezar un Ejecutivo. Ya sabemos que no. El odio, el resentimiento, las ansias de poder y la avaricia por el dinero son los combustibles del grupo de partidos de extrema izquierda que apoyan a la formación socialdemócrata de Sánchez. Como consecuencia de ello, se han roto los escasos pactos y consensos que aún sobrevivían, y nos deslizamos a un escenario de tragedia griega: ocurrirá, aunque nosotros no queramos. Solo el voto responsable y racional podrá remediarlo.
Por Bieito Rubido.
España puede con todo.
El 30 may, 2020.
Estamos peor que hace dos años, cuando una mayoría inestable liderada por el PSOE presentó y ganó una moción de censura. Desde entonces, no hemos hecho otra cosa que deteriorar la convivencia y dilapidar lo poco que habíamos avanzado en la recuperación económica. Los dos últimos presidentes del Gobierno que militan en el socialismo nos han decretado un estado de alarma cada uno. Tal vez sea el azar, que tan malas pasadas juega a los pueblos, pero espero no vivir por tercera vez esta excepcionalidad. En todo caso, que se lo piensen bien los votantes en próximas convocatorias. Hasta ahora, creíamos que España resistía frente a toda estulticia y que cualquiera podía encabezar un Ejecutivo. Ya sabemos que no. El odio, el resentimiento, las ansias de poder y la avaricia por el dinero son los combustibles del grupo de partidos de extrema izquierda que apoyan a la formación socialdemócrata de Sánchez. Como consecuencia de ello, se han roto los escasos pactos y consensos que aún sobrevivían, y nos deslizamos a un escenario de tragedia griega: ocurrirá, aunque nosotros no queramos. Solo el voto responsable y racional podrá remediarlo.