CARTERISTAS (IV).
En mi barrio nos conocíamos todos aunque viviésemos en calles distintas, pero dentro el barrio. En calles distintas vivían "mis amigos los carteristas". Las edades de mis amigos oscilaban entre los 15 y 18 años. Yo tenía unos 12 por aquel tiempo. La policía e inspectores de la misma, conocían muy bien a los carteristas, claro que también los carteristas conocían muy bien a los inspectores, de hecho, cuando se producía algún robo denunciado la poli iban en busca de los que había robado una cartera, iban a tiro fijo unas veces acertaban y otras no tanto... había más carteristas repartidos por toda la ciudad.
Todos vivíamos cerca de unas casas de calés (gitanos) y aprendimos su idioma, sí, sí... lengua caló. No toda la jerga, pero sí lo suficiente para aprender muchas palabras. Los carteristas lo sabían muy bien, dado que, en su *oficio* era bueno saber unas palabras cuando *operaban* porque al hablar en caló no les entendían las pobres víctimas a las que les *levantaban* la cartera. Ellos, para disimular, llamaban a la cartera *LA SAÑA* y el que la robaba era llamado *sañista* o PIQUERO. Como ya he dicho, los carteristas actuaban allá dónde había un gran gentío, ejemplo: LAS PROCESIONES.
La policía era nombrada por los carteristas como * LA PESTAÑÍ*, o *LA PASMA, o LA MADAN. * LA BOFIA...
MAÑANA CARTERISTAS (V).
En mi barrio nos conocíamos todos aunque viviésemos en calles distintas, pero dentro el barrio. En calles distintas vivían "mis amigos los carteristas". Las edades de mis amigos oscilaban entre los 15 y 18 años. Yo tenía unos 12 por aquel tiempo. La policía e inspectores de la misma, conocían muy bien a los carteristas, claro que también los carteristas conocían muy bien a los inspectores, de hecho, cuando se producía algún robo denunciado la poli iban en busca de los que había robado una cartera, iban a tiro fijo unas veces acertaban y otras no tanto... había más carteristas repartidos por toda la ciudad.
Todos vivíamos cerca de unas casas de calés (gitanos) y aprendimos su idioma, sí, sí... lengua caló. No toda la jerga, pero sí lo suficiente para aprender muchas palabras. Los carteristas lo sabían muy bien, dado que, en su *oficio* era bueno saber unas palabras cuando *operaban* porque al hablar en caló no les entendían las pobres víctimas a las que les *levantaban* la cartera. Ellos, para disimular, llamaban a la cartera *LA SAÑA* y el que la robaba era llamado *sañista* o PIQUERO. Como ya he dicho, los carteristas actuaban allá dónde había un gran gentío, ejemplo: LAS PROCESIONES.
La policía era nombrada por los carteristas como * LA PESTAÑÍ*, o *LA PASMA, o LA MADAN. * LA BOFIA...
MAÑANA CARTERISTAS (V).
Ángel, no te veo en esos ambientes.
Poca gracia les haría a los perjudicados.
Poca gracia les haría a los perjudicados.