Algunos son como el campesino que emigró a la ciudad. Cuando volvió se le habían olvidado los nombres de las herramientas. Ante una de ellas, que se utiliza para recoger la parva decía no recordar su nombre... al darse la vuelta piso aquel aparato sin nombre, el mango se levantó dándole un fuerte golpe en la cara. Es dememoriado dijo: J.. R CON EL RASTRO! Me ha partido la nariz.
Lo mismo ocurre con ese tipo de desmemoriados sobre la herencia de Rajoy. El rastro los rompe la cara, pero siguen buscando el mango.
Lo mismo ocurre con ese tipo de desmemoriados sobre la herencia de Rajoy. El rastro los rompe la cara, pero siguen buscando el mango.