LIBERTAD, de acuerdo, me faltó citar a los parásitos,...

Pío Baroja admitió en en el lecho de la muerte que se iba sin entender para qué servían dos cosas: las diputaciones provinciales y las mujeres.
Era misógino don Pío, en lo de las diputaciones no le faltaba razón
El ruralismo de España lo llevamos en la sangre y el nombre del pueblo está incorporado al apellido. La reforma territorial está envejecida aunque viviéramos en la opulencia, y suprimir las diputaciones es lo más fácil, y lo más complicado por la falta de de los operadores políticos.

El candidato Alfredo P. descubre porque se ha quedado con ellas sin mas; en Cataluña se pretende sustituirlas por sus Vaguerías, desvistiendo a un santo para vestir a otro.

Así las cosas, pretender agrupar municipios en comarcas es tarea de un tanto dificultoso que pueden llegar a intervenir hasta los antidisturbios

Saludos CORDIALES

Si cambian las diputaciones por las veguerias será el mismo perro con distinto collar, lo que no sé es si realmente quedarán o pretenden sean sustituidas unas por otras. Preguntaré a un amigo catalanista de pura cepa.

Ciao

¿Las diputaciones? Todas a la puñetera calle. ¿Las autonomías? Otro tanto de lo mismo. ¿Los ayuntamientos? Es necesario que se unifiquen y que se supriman muchos. ¿Dinero para los sindicatos? Ni un euro, que se nutran de sus afiliados. ¿Dinero para la Iglesia? Lo mismo. ¿Euros para el cine? Ni un céntimo. Y de oca a oca y tiro porque me toca...

Creo que en tu lista faltan otros muchos que no nombras: se les llama parásitos
Alguien me decía ayer bromeando, que hay uno en cada casa.
Le respondí:"hombre tanto como eso, no, pero casi casi.
Si te puedo asegurar que en los ayuntamientos, algunos se sacrifican, sin cobrar un solo euro... si embargo otros...! cuidado, con sus pagas a capricho! Y todo por pasear un bastón y poco mas que no sea hurgar y hurgar en las arcas. Pero oye: se les vota.
Saludos.

LIBERTAD, de acuerdo, me faltó citar a los parásitos, no obstante, éstos han existido siempre.

Es cierto que hay alcaldes que sólo se llevan para casa las primas por aistir a algún pleno, y poco más. Pero tamién los hay que, ¡joder!, con el alcalde (leáse el alcalde de Barcelona, por ejemplo), o el de Madrid.

¿Les votamos? Pues sí, somos un poco masoquistas.

Un saludo.