Se agradece la normalidad institucional del debate de investidura de
salvador Illa
y que se haya mantenido la sesión. Es un buen síntoma de una cámara parlamentaria legitimada por la representación popular.
Con la investidura de Illa se cierra un proceso, aunque hayan aparecido elementos de un pasado traumático con la escenificación de Puigdemont y la decisión del Supremo desestimando la voluntad del legislador en torno a la amnistía, pero también se abre un tiempo nuevo en el que el bloque independentista está fracturado y hay un acuerdo entre ERC y los
@socialistes cat
que da esperanza.
Llamativo también ver a un PP tan excitado intentado colarse en la jornada, ignorando su gran responsabilidad en 2017 en la celebración de un referéndum ilegal que dijo que no se iba a producir, ni que tampoco llegarían las urnas, o dejando huir a Puigdemont tras haberle dado cinco días para que manifestara si la declaración unilateral de independencia era cierta o no.
La vía del “diálogo” en vez de la confrontación ha sido un acierto. Es bueno para Cataluña y para España porque ha sentado las bases para la resolución de uno de los principales problemas que ha vivido nuestro país. Ahora, el problema lo tenemos con una derecha inmovilista y antisistema que no valora el pluralismo ni tolera la diferencia.
salvador Illa
y que se haya mantenido la sesión. Es un buen síntoma de una cámara parlamentaria legitimada por la representación popular.
Con la investidura de Illa se cierra un proceso, aunque hayan aparecido elementos de un pasado traumático con la escenificación de Puigdemont y la decisión del Supremo desestimando la voluntad del legislador en torno a la amnistía, pero también se abre un tiempo nuevo en el que el bloque independentista está fracturado y hay un acuerdo entre ERC y los
@socialistes cat
que da esperanza.
Llamativo también ver a un PP tan excitado intentado colarse en la jornada, ignorando su gran responsabilidad en 2017 en la celebración de un referéndum ilegal que dijo que no se iba a producir, ni que tampoco llegarían las urnas, o dejando huir a Puigdemont tras haberle dado cinco días para que manifestara si la declaración unilateral de independencia era cierta o no.
La vía del “diálogo” en vez de la confrontación ha sido un acierto. Es bueno para Cataluña y para España porque ha sentado las bases para la resolución de uno de los principales problemas que ha vivido nuestro país. Ahora, el problema lo tenemos con una derecha inmovilista y antisistema que no valora el pluralismo ni tolera la diferencia.
¿Donde está la bandera de España? No la veo por ningún sitio.
Cuanto os gusta las banderas. Un trapo que se usaba para saber en la batalla donde estaban los suyos. Si no exhibiendo el trapo se evita confrontación? Que elige usted ¿