Estoy de acuerdo contigo,
Cuenca es una caja de sorpresas; hace unos años pasamos unos días en una
casa rural en el valle del codorno, en las inmediaciones del nacimiento del río Cuervo. En sí dicho nacimiento no tiene nada singular pero sí la zona, en plena serranía, se encuentran las Majadas, en ella lo más llamativo son los Callejones, formaciones pétreas, parece un paisaje surrealista, si se quiere hacer algo extraordinario, pasar una noche en el Parador Nacional con vistas al río y las casas
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