Por las mañanas, al despertar, damos gracias a Dios por el nuevo día. Por la noche, al acostarnos, debemos meditar sobre nuestro comportamiento durante el día y sacar las mejores enseñanzas de nuestros aciertos y de nuestros errores.
Creo que así debería de ser pero somos poco consecuentes con nuestros hechos diarios, cometemos más errores que aciertos.
Super, un saludo.
Super, un saludo.