Dos locos se encuentran en el patio de un manicomio; uno de ellos le enseña el puño cerrado al otro y le dice:
- ¿A que no adivinas qué tengo en la mano?
- UHmm... ¡un elefante!
El del puño cerrado pone cara de fastidio y replica:
- Sí, vale, bueno, pero ¿de qué color es?
- ¿A que no adivinas qué tengo en la mano?
- UHmm... ¡un elefante!
El del puño cerrado pone cara de fastidio y replica:
- Sí, vale, bueno, pero ¿de qué color es?