Naturalmente que hay vida después de la muerte, pero nó en el sentido que todos entendemos, teniendo en cuenta el principio científico de que la materia ni se crea ni se destruye y como es de materia de lo que estamos hechos pues es muy probable que alguno de los átomos que hoy componen nuestro cuerpo en otro tiempo estuviese formando parte de un dinosaurio, de un nehanderthal de un arbol o de una roca con lo que quedaría explicada la creencia de la reencarnación.