al for, con todo mi respeto.
El PARTIDO SEUDO OBRERO ESPAÑOL al no reconocer el "desastre" de su gestión
porque está en la dinámica de que "los que estaban quieren seguir mandando" y "no quieren evolucionar a lo que la sociedad les está demandando ahora mismo", Y tras la debacle en las Generales del pasado 20 de Noviembre, en La última encuesta oficial andaluza, sorprendentemente silenciada hasta pasadas las generales, tampoco augura nada bueno para los socialistas, por lo que, no solo los políticos, también los sindicaTOs, es mucho lo que se juegan los sindicaTOs en el envite, dependiendo quien sea el elegido por la ciudadanía, pues unos mantendrán los privilegios y los otros entraran con la tijera no solo en lo económico, sino también en lo laboral de los LIBERADOS.
A quien puede extrañar esta tendencia de las encuestas, pues tras treinta años de gobiernos socialistas en Andalucía, se encuentra la Comunidad en la situación en que se encuentra.
En la cola de todos los indicadores de educación, bienestar, transparencia, sanidad, infraestructuras, y en la cabeza de otras, tan poco recomendables, como son las del Paro, la deuda y la corrupción.
Esta Andalucía trufada de casos de corrupción, están siendo investigados ex consejeros, (Bueno, algunos ya imputados), por el triste asunto de los EREs, un hecho moralmente execrable, pues se trata de nada más y nada menos que jugar a hacer desaparecer el dinero destinado a los más desfavorecidos, los parados.
Pero no solo de EREs vive Andalucía, los casos de Mercasevilla, EsSevilla y un largo etc. de asuntos, dejan en muy mal lugar a la administración autonómica, las promesas incumplidas a los colectivos de Delfi, Astilleros de Sevilla, y tantos otros tienen a gran parte de la población muy muy cabreada.
Los tribunales le están dando un disgusto a la administración en otro de los flagrantes casos de nepotismo nunca imaginado, el decretazo, por el que el Partido Socialista, pretende incluir a sus paniaguados de las extintas empresas públicas andaluzas, ya desaparecidas, (con pérdidas como norma de gestión de la casa), y donde se entraba por el simple hecho de ser del Partido, a la categoría de funcionarios de administración.
Claro, ante este asunto, no es de extrañar que hasta los propios sindicatos se hayan rebelado, (aunque poco, todo hay que decirlo), pero han sido los funcionarios y el otro Partido de la derecha quienes ha llevado el asunto a los tribunales y estos le están dando la razón en todas las instancias, a pesar de todos los recursos de la Junta.
Pretende D. José Antonio Griñán, retrasando por fin las elecciones y que no coincidan con las Generales como siempre, tener un margen de maniobra que le permita alterar la tendencia de voto de los andaluces, y poder recuperar el espacio que le quitan las encuestas.
Pero lo tiene muy difícil, no solo el temporal no amaina, sino parece que va camino de convertirse en huracán que barrerá el último bastión de lo que más parece un régimen que una democracia asentada.
Estoy con D. Alfonso Guerra, cuando dice que perder los socialistas el poder en Andalucía no tiene que ser una tragedia después de treinta años de Gobierno, es más yo diría que no solo no es una tragedia, sino que es una oportunidad y una esperanza para el futuro.
El PARTIDO SEUDO OBRERO ESPAÑOL al no reconocer el "desastre" de su gestión
porque está en la dinámica de que "los que estaban quieren seguir mandando" y "no quieren evolucionar a lo que la sociedad les está demandando ahora mismo", Y tras la debacle en las Generales del pasado 20 de Noviembre, en La última encuesta oficial andaluza, sorprendentemente silenciada hasta pasadas las generales, tampoco augura nada bueno para los socialistas, por lo que, no solo los políticos, también los sindicaTOs, es mucho lo que se juegan los sindicaTOs en el envite, dependiendo quien sea el elegido por la ciudadanía, pues unos mantendrán los privilegios y los otros entraran con la tijera no solo en lo económico, sino también en lo laboral de los LIBERADOS.
A quien puede extrañar esta tendencia de las encuestas, pues tras treinta años de gobiernos socialistas en Andalucía, se encuentra la Comunidad en la situación en que se encuentra.
En la cola de todos los indicadores de educación, bienestar, transparencia, sanidad, infraestructuras, y en la cabeza de otras, tan poco recomendables, como son las del Paro, la deuda y la corrupción.
Esta Andalucía trufada de casos de corrupción, están siendo investigados ex consejeros, (Bueno, algunos ya imputados), por el triste asunto de los EREs, un hecho moralmente execrable, pues se trata de nada más y nada menos que jugar a hacer desaparecer el dinero destinado a los más desfavorecidos, los parados.
Pero no solo de EREs vive Andalucía, los casos de Mercasevilla, EsSevilla y un largo etc. de asuntos, dejan en muy mal lugar a la administración autonómica, las promesas incumplidas a los colectivos de Delfi, Astilleros de Sevilla, y tantos otros tienen a gran parte de la población muy muy cabreada.
Los tribunales le están dando un disgusto a la administración en otro de los flagrantes casos de nepotismo nunca imaginado, el decretazo, por el que el Partido Socialista, pretende incluir a sus paniaguados de las extintas empresas públicas andaluzas, ya desaparecidas, (con pérdidas como norma de gestión de la casa), y donde se entraba por el simple hecho de ser del Partido, a la categoría de funcionarios de administración.
Claro, ante este asunto, no es de extrañar que hasta los propios sindicatos se hayan rebelado, (aunque poco, todo hay que decirlo), pero han sido los funcionarios y el otro Partido de la derecha quienes ha llevado el asunto a los tribunales y estos le están dando la razón en todas las instancias, a pesar de todos los recursos de la Junta.
Pretende D. José Antonio Griñán, retrasando por fin las elecciones y que no coincidan con las Generales como siempre, tener un margen de maniobra que le permita alterar la tendencia de voto de los andaluces, y poder recuperar el espacio que le quitan las encuestas.
Pero lo tiene muy difícil, no solo el temporal no amaina, sino parece que va camino de convertirse en huracán que barrerá el último bastión de lo que más parece un régimen que una democracia asentada.
Estoy con D. Alfonso Guerra, cuando dice que perder los socialistas el poder en Andalucía no tiene que ser una tragedia después de treinta años de Gobierno, es más yo diría que no solo no es una tragedia, sino que es una oportunidad y una esperanza para el futuro.