Mensajes de Madrid enviados por verdeorilla:

Verdeorilla. Gracias por lo de insigne, dejémoslo en LEONÉS.

Cierto que el Sr. Cantalapiedra escribe relatos muy interesantes y también compone bonitas poesías.

Un cordial saludo y, ya sabes, de vez en cuando entra por aquí.
Sigues yendo por Gijón?
Verdeorilla. ¿Eres tú? ¿El de hace unos años?

Recibe un buen saludo por mi parte.
Si Angel, el mismo.
He entrado de nuevo porque los temas sobre Madrid me apasionan. Y Cantalapiedra los comenta muy bien.
Un abrazo, insigne leones.
EN EL AÑO 1982, CERCA DEL ESTADIO, SANTIAGO BERNABÉU.
Aquellos años de dudas, con enfermedades desconocidas, fueron terribles para muchas personas, que nunca pensaron terminar de esa manera, Aquellos dos jóvenes, de treinta y tantos años, y solteros, en aquella fecha de la final de la copa de futbol mundial, donde se enfrentaban, Alemania e Italia en la final, decidieron salir a darse un garbeo, por los aledaños del Estadio, Santiago Bernabéu, y en un pub de moda entonces, conocer a dos mujeres ... (ver texto completo)
Extraordinario comentario del Sr. Cantalapiedra referido a una sintomatologia que, desgraciadamente, se llevo por delante a muchas personas en aquellos años 80.
Hoy, afortunadamente, hay muchos mas adelantos científicos para curar ese tipo de infecciones.
Como parte agradable, que me retrotrae a mi ya lejana juventud, la mención a los pubs situados por aquella zona del Bernabeu. Había muchos. Todos muy de moda. Pero yo frecuentaba Parsifal, en la calle Concha Espina. Teníamos allí nuestra Peña habitual un grupo de grandes amigos.
Tenia Parsifal una barra de madera verdaderamente llamativa. A una altura precisa que la hacia muy cómoda. Y su nivel de clientela extraordinaria. En sus bajos estaba situada la discoteca donde acabábamos muchas veces (cuando había suerte con las chicas bien en el pub, en alguno otro colindante como por ejemplo Mister Kan, o por la zona de Rafael Calvo, el Impass) para bailar y pasar un rato agradable con la buena compañía. Su encargado, Juan, nos facilitaba mucho las cosas con aquellos deliciosos bombones que a las chicas les encantaban (y a nosotros, también).
Propietario de todo ello era D. Jose Alonso que lo era también de Tosca, en la calle de Claudio Coello, donde la orquesta con su vocalista Tabaquito (Tabaquito y su ritmo caliente) nos brindaba música latina embriagadora tanto, o mas, que las propias copas.Éramos jóvenes y cuerpo todo lo aguantaba.
Gran época y gran zona de diversión juvenil la situada en torno al Bernabeu (o como decíamos, la Casa Blanca).
Gracias Sr. Cantalapiedra por esos relatos madrileños que tan buenos recuerdos nos proporciona. ... (ver texto completo)
AQUEL MADRID DEL AÑO MIL NOVECIENTOS SESENTA Y DOS
En aquel año de 1962. Madrid era una ciudad llena de cines, La Gran Vía, madrileña tenía un montón de cines de estreno. Hoy en día desaparecidos, cómo era el cine de las películas de terror, el Cine Rex. Donde muchas personas aficionadas a esa clase de películas, en sesión continua se pasaban las horas, viendo al Conde Dracula, y otras clases de temas, todos o casi todos de ese género de terror, y allí se pasaban sus ratos de diversión. Madrid tenía ... (ver texto completo)
Aquel Madrid donde en un mes de julio o agosto ir a las dos de la mañana paseando por la Gran Vía era un espectáculo de gentes y de vida comercial hostelera. Con aquella seguridad ciudadana que, junto con la jurídica, propiciaron la lluvia de inversiones nacionales y extranjeras.
Donde todavía, amigo Cantalapiedra, quedaba gente castiza que sumaban un plus a la alegría y el buen humor consustancial al pueblo de Madrid.
Es verdad lo de los cines en Gran Vía. Y el REX concretamente tenia unas butacas ... (ver texto completo)