También se dice que este santo que en un principio era bastante negado a estudiar las letras, fue obligado por San Isidoro a “comer libros” como consta en un cuadro que se encuentra en la biblioteca del museo, en el que aparece de esta guisa.
Santo Martino viaja por tierras francesas y difunde en León estas nuevas ideas artísticas y el pueblo le sigue, llenando y abarrotando el templo donde predica.
Santo Martino viaja por tierras francesas y difunde en León estas nuevas ideas artísticas y el pueblo le sigue, llenando y abarrotando el templo donde predica.
Cuando muere comienza a levantarse la Catedral, donde se reflejan las ideas que Santo Martino trae de sus viajes y asombran al reino. Santo Martino se convirtió en un intelectual escritor y cuentan que en el retrete de Doña Sancha, sala tocador, se conserva la mano de este Santo en un relicario con los dedos deformados y juntos.
Su sepulcro se conserva en la capilla de su nombre en la basílica.
Su sepulcro se conserva en la capilla de su nombre en la basílica.