Tremendo la vida en los cortijos. Compañeros de trabajo tuve que me contaron como Vivian en un cortijo cordobés. Su padre murio de hambre. Jamás vieron al amo, y el que cortaba el bacalao era un capataz tirano. No tenían escuela y los hacían ir a misa los Domingos a mas de siete Km. No les dejaban tener gallinas ni conejos, porque decía el capataz que las iban a alimentar con el producto de la finca. En los años sesenta cuando los campos se iban quedando vacíos, habían oído decir que en el norte ... (ver texto completo)