ANGEL RUBIO
Canta corazón con alegría
que un angel rubio a tu lado,
amoroso te regala el hado
y borra el dolor que ayer hería.
Olvida el pesar acongojado
del puñal que vil te hiriera
pues la filosa daga traicionera
no dañó tu cuerpo enamorado.
Aclama la presencia altanera
de la rubia niña que te llama,
ella del ombú es la alta rama
y tu el tronco que su faz venera.
Lanza al viento tu canto victorioso,
cuéntale a todos tu alegría sincera,
pues ayer por penas te veían lloroso
y el angel rubio espantó quimeras.
Su risa alegre y loca, su cara dulce y bella,
su alma blanca y tierna a tí, corazón, llena.
Las dichas que promete su cuerpo de sirena,
ahuyentan dulcemente a mi tristeza y pena.
Su beso ardiente y puro que mis labios quemó
es un dulce conjuro que arrebata mi amor.
Su talle cimbreante, sus caderas de fuego,
anulan a mi mente y sus tesoros ruego.
Deseo que me confunde dime siendo certero,
el amor que me infunde si es ficticio o sincero.
Quiero gozar la dicha de tenerla muy cerca,
colmarla de caricias sin dolor ni tristeza.
Quiero morder su cuello ver su sangre pidiendo
que la siga queriendo con tan locos destellos.
Quiero ver a sus lágrimas como dos fuentes bellas
caigan por sus mejillas para beber en ellas.
Quiero tener su todo, su dolor y su pena,
para sentirla tierna adentrarse en mis venas.
Quiero verla sufrir con la rabia y fiereza
vibrar en su latir y aumente su belleza.
Quiero quererla mucho, darle mi vida entera,
rendirme a sus caprichos con sumisión sincera.
Quiero besarla ardiente, quiero estar junto a ella
hasta el fin de este mundo si eso posible fuera.
Quiero hacer hoy y siempre lo que ordene altanera,
aceptar su mandato, consagrarla mi reina.
Quiero comprar el mundo y todos los planetas
para vivir gozando nuestro querer de fiesta.
Por eso mi angel rubio, de blonda cabellera,
acepta este refugio del amor incendiado
del fuego de tus besos en que mi amor se quema. ... (ver texto completo)
Canta corazón con alegría
que un angel rubio a tu lado,
amoroso te regala el hado
y borra el dolor que ayer hería.
Olvida el pesar acongojado
del puñal que vil te hiriera
pues la filosa daga traicionera
no dañó tu cuerpo enamorado.
Aclama la presencia altanera
de la rubia niña que te llama,
ella del ombú es la alta rama
y tu el tronco que su faz venera.
Lanza al viento tu canto victorioso,
cuéntale a todos tu alegría sincera,
pues ayer por penas te veían lloroso
y el angel rubio espantó quimeras.
Su risa alegre y loca, su cara dulce y bella,
su alma blanca y tierna a tí, corazón, llena.
Las dichas que promete su cuerpo de sirena,
ahuyentan dulcemente a mi tristeza y pena.
Su beso ardiente y puro que mis labios quemó
es un dulce conjuro que arrebata mi amor.
Su talle cimbreante, sus caderas de fuego,
anulan a mi mente y sus tesoros ruego.
Deseo que me confunde dime siendo certero,
el amor que me infunde si es ficticio o sincero.
Quiero gozar la dicha de tenerla muy cerca,
colmarla de caricias sin dolor ni tristeza.
Quiero morder su cuello ver su sangre pidiendo
que la siga queriendo con tan locos destellos.
Quiero ver a sus lágrimas como dos fuentes bellas
caigan por sus mejillas para beber en ellas.
Quiero tener su todo, su dolor y su pena,
para sentirla tierna adentrarse en mis venas.
Quiero verla sufrir con la rabia y fiereza
vibrar en su latir y aumente su belleza.
Quiero quererla mucho, darle mi vida entera,
rendirme a sus caprichos con sumisión sincera.
Quiero besarla ardiente, quiero estar junto a ella
hasta el fin de este mundo si eso posible fuera.
Quiero hacer hoy y siempre lo que ordene altanera,
aceptar su mandato, consagrarla mi reina.
Quiero comprar el mundo y todos los planetas
para vivir gozando nuestro querer de fiesta.
Por eso mi angel rubio, de blonda cabellera,
acepta este refugio del amor incendiado
del fuego de tus besos en que mi amor se quema. ... (ver texto completo)