A la mayoría de nosotros, nos inculcaron de niño la idea de que la venganza es un sentimiento perverso, impropio de personas razonables.
Yo siempre estuve de acuerdo en eso, pero habría que establecer matices, aunque sólo sea porque la lentitud de la justicia a veces sólo se puede remediar con la prisa sumarial de venganza.
¿Una barbaridad? Según se mire. Para quienes padecen las consecuencias de una Justicia lenta, como por ejemplo nosotros 8-7-5 cinco años pendiente de las vistas de juicios por morosidad, la venganza puede ser incluso un instrumento legal, un recurso, siquiera sea porque, aplicado con criterio, el rencor no siempre es más infame que la lentitud de la Ley.
Lo ideal sería una respuesta inmediata y sensata, algo así como juzgar a alguien después de haber enfriado en caliente, que es la única manera de que la Justicia se parezca razonablemente a la venganza.
Cabría preguntarse también si, además de reprobable, es ilícito el rencor. Incluso podríamos tener la duda razonable de que la del rencor sea una actitud reprobable, puesto que a fin de cuentas no se trata más que de una función de la memoria,
Lo cierto es que en España con frecuencia es la imperfección de la Justicia la que desencadena el rencor al que tendría que sustituir esta la venganza.
Y en ese caso me pregunto si no sería moralmente aceptable que el individuo se dejase llevar de su espontaneidad moral al administrar sus emociones,
¿No conocemos todos casos sangrantes en los que es evidente que los resultados alcanzados por la aplicación lenta y sensata de la Ley son peores que los que se podrían haber conseguido por la vía del rencor?
O sea
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