Viví, algo así me ocurrió a mí. Fumaba 2 paquetes de Habanos diarios, lo hacía con ansia pero un día, domingo por la mañana, noté la garganta saturada de tabaco y decidí dejar la cajetilla en la mesita hasta el día siguiente, pero el lunes fuí al trabajo sin ella... y hasta hoy, hace algo más de 21 años. Nunca lo eché en falta ni tuve ninguna sensación de necesitarlo, nunca pensé que me resultaría tan fácil. Un saludo desde Santander.

Mª Eloísa, eso es jugar con ventaja. Tú sabías perfectamente que la cajetilla de tabaco no tiene ovarios, ¿porqué no apostaste con ella a ver quién tenía más nicotina de los dos?, ¿eh?.. ¡que lista!.... así cualquiera. Claro que cada uno juega con sus armas. Un saludo desde el Cantábrico.

A mi, personalmente, nunca me han gustado los fumadores en los restaurantes, incluso, siendo fumador, nunca lo hacía en las comidas, ni en restaurante ni en casa, antes y después, pero nunca durante.
Egoistamente, me parece bien que no se fume en hostelería, aunque todo lo que sea prohibir, coacciona un poco. Conste, que nunca me han molestado los fumadores, salvo en los comedores. Entiendo que tampoco se trata de excluir a los fumadores, como si fueran apestados; que tengan sus zonas, para que no invadan las de los no fumadores y punto. En algún lugar tendrán que fumar, digo. ... (ver texto completo)

Hola Lú: Ya sé que no te va a servir, pero te diré que yo lo había intentado de varias formas y siempre volvía, incluso con más fuerza.
Una noche de cena con mi mujer, llegué a casa saturado de comida, alcohol y tabaco. Al día siguiente, domingo, fuí a la playa con mi mujer y mis hijos, no me entraba ni el aire; le dije al pequeño que tirase la cajetilla de Habanos a la basura y.... hasta hoy, hace 21 años. Simplemente, me olvidé de ello, mi mujer fuma, pero a mi nunca me molestó, hay gente que ... (ver texto completo)