Debo decir que esta vezme ha gustado más el tono de su intervención en el foro, aunque no lo comparto completamente, pero al menos podemos dialogar en medio de la discrepancia.
Esta vez seré mucho más breve porque contesto muy avanzada la noche y luego, a lo largo de la semana no puedo dedicarme a consultar el foro.
Para ser conciso iré punto por punto y muy resumido.
Respecto a las riquezas de la Iglesia me remito a otras respuestas acertadas que han aparecido en este foro. Pero añado: hemos de salir de demagogias con el argumento. Cuando Mendizábal hizo en España la desamortiación de los bienes eclesiásticos (lo cual no fue una desgracia para la Iglesia, porque ésta no debe ceder a la tentación de ser rica ni poderosa), muchos pensaron que se iba a terminar (o casi) con la pobreza de los pobres. El resultado fue que sirvió para que los ricos se hicieran más ricos y para que se perdiera definitivamente y se privatizara mucho patrimonio artístico y cultural, cayendo en manos de banqueros, políticos, en los anticuariatos, etc. Dejó de ser lo que había sido durante siglos: propiedad del pueblo, como hoy son las catedrales, por ejemplo, con la misma condición con que usted y yo somos dueños de la Gran Vía de Madrid o del Parque del Retiro, o los Pirineos, donde podemos ir y disfrutar de su contemplación. El poder que tiene el Papa sobre las „riquezas“ es el mismo que tiene el rey sobre el Paseo de la Castellana, que ni se lo puede llevar ni lo puede vender ni lo puede dejar en herencia a quien desee.
Las „riquezas de la Iglesia“ son fuente de belleza y contemplación, pero no de explotación económica. No se puede poner precio adecuado a la Piedad de Miguel Ángel o a la Basílica del Vaticano, donde Vd. Puede entrar gratuitamente todos los días, sea de la religión que sea o de la condición social que sea.
Siguiendo su escrito dice: „el poder que les da el dinero de los contribuyentes, porque me refiero al papa“. Francamente, no he entendido lo que quiere decir. ¿Acaso que el Papa recauda contribución de los católicos? ¿o de los españoles? Ambas cosas son falsas; no creo que sea ese el significado que ha querido dar.
Habla del poder de la Iglesia y salta a la escuela privada („el poder de la iglesia es el poder de los mercaderes, de las escuelas privadas, sostenidas en gran parte con el dinero público, eso es fraude.”). Tambié tengo que hacer aquí mi interpretación, pues no estoy muy seguro de lo que pretende decir con esa frase. Aprecio que usted se deja llevar de la propaganda que está a la orden del día sobre las escuelas privadas. ¿Ha pensado alguna vez por qué los hijos de esañoles ricos o pobres que van de alumnos a una escuela pública tienen derecho a la gratuidad de enseñanza, mientras que los hijos de españoles ricos o pobres que van a la escuela privada no tienen ese derecho? ¿Por qué estos últimos tienen que pagar una parte importante de su formación? ¿Sabe que la escuela privada no sólo no es un peso para el Estado, sino una fuente de ingresos importante para las arcas públicas? ¿Sabe cuánto ahorra la enseñanza privada al Estado? Los datos Han sido publicados en varias ocasiones.
Otra respuesta que se da es que „la enseñanza no es un negocio, sino un servicio, y nadie tiene derecho a servirse de la enseñanza para enriquecerse“. El argumento es tan frágil que a veces casi da vergüenza tener que desenmascararlo. De acuerdo en que la enseñanza no es un negocio y que sí es un servicio“.
La ganancia de un maestro de escuela ¿Es negocio? ¿Es servicio? ¿es causa de „riqueza“ de los maestros?
Si un maestro de la pública puede enriquecerse libremente, sin que nadie lo vea mal, ¿por qué el mismo trabajo en la privada se considera un enriquecimiento, injusto? Además, eso se debería solucionar pagando completamente la enseñanza a todo tipo de alumnos y que elijan libremente dónde quieren asistir, según los criterios iddeológicos de los padres. Hay enseñanzas privadas que son laicas y las hay religiosas; la verdadera libertad de enseñanza es que cada uno pueda elegir la que desee mientras haya posibilidades, y no que el gobernante de turno imponga dictatorialmente a qué enseñanza hay que atenerse. No digamos luego lo referente a los programas.
Habla usted del „poder, de aliarse al poder, etc. Este lenguaje es de puro prejuicio. Hoy el poder está en los políticos y en los banqueros y grandes empresarios. ¿No se ha percatado del poder (político, social y económico, etc.) que hoy tienen los socialistas mientras presumen de defensores del trabajador? Nunca estuvo tan mal el obrero como en los períodos socialistas. Véanse estadísticas de paro y corrupción.
Dejo aquí mi intervención por falta de tiempo. Si tengo oportunidad, dentro de una semana me asomaré al foro. Y si se mantiene este tema, terminaré de responder a este tema.
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