YA NO SOMOS ALARMA
Ya hemos superado todas las alarmas habidas y por haber, ya hemos recuperado nuestra vida social, con limitaciones de tanto por ciento, con distancia y con la mascarilla, pero esta Nueva Normalidad, expresión poco convincente, porque lo normal no tiene por qué ser ni nueva ni vieja, ahora nos va a traer otras actuaciones y consecuencias que yo entiendo que van a seguir produciendo una nueva ALARMA, no ya gubernamental sino real, individual y vital.
En primer lugar hay que seguir siendo cautos y conscientes de que somos ahora los responsables directos de nuestra salud y de la de los demás y por tanto no podemos saltarnos a la torera las limitaciones y acciones que siguen existiendo para impedir que este virus vuelva a expandirse y a someternos a una nueva encerrona en casa que sería totalmente inadmisible, intolerable y desastrosa en todos los sentidos y en el económico una tremenda ruina nacional.
Y es hora de empezar a comprobar todo lo que este maldito virus nos trajo, sin esperarlo, sin avisar y cambiando totalmente la vida de la humanidad.
En primer lugar hemos perdido en nuestro país a 30 ó 40 mil vidas, aún no asegurado su total real, que son muchas vidas y además en unas circunstancias tan terribles que murieron solos, que sus familiares ni pudieron visitarlos, velarlos o enterrarlos y que esto hace que el dolor de la pérdida se aún mayor y mas penoso. DEP todos ellos, de España y del mundo porque ni siquiera pudieron recibir una muerte digna y un sepelio acompañado de sus seres queridos.
El reconocimiento la gratitud y el respeto a todos los profesionales de la medicina que han pagado muchos también con su vida, el cumplimento heroico de su esfuerzo su trabajo y su entrega,
También a todos los militares y fuerzas del orden público, y otros estamentos sociales y particulares que también pusieron su trabajo al servicio de los demás y arriesgando su vida por conseguir parar tan terrible peligro.
Y a las autoridades de todo tipo Gobierno, autonomías, municipios, que también han hecho todo lo que sabían y podían para ayudar a disminuir y paliar los terribles daños de las vidas y la salud de todos los ciudadanos Los errores cometidos seguro que nunca fueron intencionados sino más bien fallos humanos que la sorpresa de una situación extraña, desconocida, y traicionera tenía que producir. Perdón para todos y que sirva de experiencia para que todos nos sintamos unidos ante un ataque de este tipo que quiera Dios nunca más se vuelva a producir antes de tener una vacuna para plantarle cara y destruirlo.
Y dejando a un lado este riesgo de nuestra salud, que va a seguir molestándonos e impidiendo de momento la recuperación total de nuestra vida social y laboral, hemos de pensar todos en ponernos a trabajar. A producir porque el daño económico ocasionado por este virus también nos lo va a poner muy difícil. Las autoridades deben de dejar a un lado las subvenciones pero ayudar y dar facilidades, con las normas de protección que sea necesarias las actividades de ocio y de diversión, que mueven una gran parte de la economía del país, a través sobre todo del turismo. Esas ferias, esos espectáculos públicos, ese fútbol, esos toros, esos conciertos de artista y cantantes y que la máquina de producción nacional empiece a funcionar para que todos juntos, la industria, el turismo, el espectáculo, hagan posible unos ingresos que faciliten de nuevo el consumo y la auténtica recuperación del país.
HAY QUE GUARDAR AL MÁXIMO LAS NORMAS QUE PERMITAN FUNCIONAR A UN 100 POR 100 CONVIVIENDO CON ESTE ENEMIGO QUE SE NOS HA METIDO DENTRO, Y ESPERAR ESA VACUNA QUE VENGA CUANTO ANTES PARA PERMITIRNOS LA TOTAL ELIMINACIÓN DE ESTA EPIDEMIA. QUE ASÍ SEA ... (ver texto completo)
Ya hemos superado todas las alarmas habidas y por haber, ya hemos recuperado nuestra vida social, con limitaciones de tanto por ciento, con distancia y con la mascarilla, pero esta Nueva Normalidad, expresión poco convincente, porque lo normal no tiene por qué ser ni nueva ni vieja, ahora nos va a traer otras actuaciones y consecuencias que yo entiendo que van a seguir produciendo una nueva ALARMA, no ya gubernamental sino real, individual y vital.
En primer lugar hay que seguir siendo cautos y conscientes de que somos ahora los responsables directos de nuestra salud y de la de los demás y por tanto no podemos saltarnos a la torera las limitaciones y acciones que siguen existiendo para impedir que este virus vuelva a expandirse y a someternos a una nueva encerrona en casa que sería totalmente inadmisible, intolerable y desastrosa en todos los sentidos y en el económico una tremenda ruina nacional.
Y es hora de empezar a comprobar todo lo que este maldito virus nos trajo, sin esperarlo, sin avisar y cambiando totalmente la vida de la humanidad.
En primer lugar hemos perdido en nuestro país a 30 ó 40 mil vidas, aún no asegurado su total real, que son muchas vidas y además en unas circunstancias tan terribles que murieron solos, que sus familiares ni pudieron visitarlos, velarlos o enterrarlos y que esto hace que el dolor de la pérdida se aún mayor y mas penoso. DEP todos ellos, de España y del mundo porque ni siquiera pudieron recibir una muerte digna y un sepelio acompañado de sus seres queridos.
El reconocimiento la gratitud y el respeto a todos los profesionales de la medicina que han pagado muchos también con su vida, el cumplimento heroico de su esfuerzo su trabajo y su entrega,
También a todos los militares y fuerzas del orden público, y otros estamentos sociales y particulares que también pusieron su trabajo al servicio de los demás y arriesgando su vida por conseguir parar tan terrible peligro.
Y a las autoridades de todo tipo Gobierno, autonomías, municipios, que también han hecho todo lo que sabían y podían para ayudar a disminuir y paliar los terribles daños de las vidas y la salud de todos los ciudadanos Los errores cometidos seguro que nunca fueron intencionados sino más bien fallos humanos que la sorpresa de una situación extraña, desconocida, y traicionera tenía que producir. Perdón para todos y que sirva de experiencia para que todos nos sintamos unidos ante un ataque de este tipo que quiera Dios nunca más se vuelva a producir antes de tener una vacuna para plantarle cara y destruirlo.
Y dejando a un lado este riesgo de nuestra salud, que va a seguir molestándonos e impidiendo de momento la recuperación total de nuestra vida social y laboral, hemos de pensar todos en ponernos a trabajar. A producir porque el daño económico ocasionado por este virus también nos lo va a poner muy difícil. Las autoridades deben de dejar a un lado las subvenciones pero ayudar y dar facilidades, con las normas de protección que sea necesarias las actividades de ocio y de diversión, que mueven una gran parte de la economía del país, a través sobre todo del turismo. Esas ferias, esos espectáculos públicos, ese fútbol, esos toros, esos conciertos de artista y cantantes y que la máquina de producción nacional empiece a funcionar para que todos juntos, la industria, el turismo, el espectáculo, hagan posible unos ingresos que faciliten de nuevo el consumo y la auténtica recuperación del país.
HAY QUE GUARDAR AL MÁXIMO LAS NORMAS QUE PERMITAN FUNCIONAR A UN 100 POR 100 CONVIVIENDO CON ESTE ENEMIGO QUE SE NOS HA METIDO DENTRO, Y ESPERAR ESA VACUNA QUE VENGA CUANTO ANTES PARA PERMITIRNOS LA TOTAL ELIMINACIÓN DE ESTA EPIDEMIA. QUE ASÍ SEA ... (ver texto completo)