Tres
hombres están desnudos, compartiendo las delicias de un sauna en un hotel Gaditano.
De repente algo empieza a sonar.
El primer
hombre, un ingeniero de la Univ. Politécnica de París, aprieta su
antebrazo y el pitido se detiene. Los otros dos lo miran inquisitivamente.
Es mi localizador, dice, tengo un microchip bajo la piel de mi brazo'.
Unos minutos después suena un teléfono. El segundo hombre, un licenciado de
la Univ. de Harvard, extiende
la palma de su mano hasta su oreja y empieza
a
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