Hay algunas verdades en su parrafada, otras son muy cercanas a las que machacaron mis oídos una y otra vez, y yo me las creísí no a pis juntillas, si algunos de ellas que fueron ciertas.
Y si que hubo fanatismo religioso. Y si justificar para nada, los hechos que precedieron (de los cuals ya he hablado y condenado.) Un día leí y precisamente de un falangista, que la Iglesia, llevaba ya demasiado tiempo, metiéndose donde no debiera. Y si volvemos la vista atrás, esto es bien cierto que no veía con buenos ojos, que no fueran ellos solitos lo que se ocuparan de la enseñanza.
Despues del golpe de estado y una vez que los llamados vencedores, tomaron posesión de ese "orden" que tu señalas, esta, la iglesia se frotaba las manos, y salvo excepciones, en los crímenes cometidos, después, miraba para otro lado.
No fue solo esto. los caciques en las ciudades, los muchos cacique terratenientes dueños de las tierras, con sus actitudes, de pago lo que quiera y si no lo quieres lo dejas. la clase trabajadora desde muchos años maltratada, despertó, y clamo justicia y libertad (los que pasan hambre no son libres) Y se puso en accíon en algunos casos de la peor manera, alimentados por hechos que en otros país ya venían de lejos. la quema de iglesias y persecución religiosa.
El hombre que escribió, lo dicho de la Iglesia, decía mas: decía que se acercaba mas a los ricos que a los pobres, lo que alimentó el odio hacia los curas, pagando justos por pecadores.
Yo era muy niño, he hijo de alguien que combatió en el bando republicano, menos convencido que sus hermanos que sufrieron cárcel: le escuché decir mas de una vez, su disgusto de saber que por un lado quemaban iglesias, y por el otro bendecían cañones, y que estaba hastiado.
Pues bien dentro de esta mi familia, se obró según conciencia. Y cuento esto porque en mi propia casa, había un cura escondido, que a mi se me ocultaba, por el hecho de que la hermana de mi padre y su marido eran los responsables del llamado Frente popular en aquella zona. Supe despues por mi madre como advertida por su cuñada, de que sabían lo que ocultaban, le dijera un día, que para evitar problemas, mejor es que abandonara el pueblo. Así fue, y según mi madre, supo que lejos de allí lo mataron. Tengo un leve recuerdo de aquel hombre, y de donde estaba escondido: aunque la escalera era oscura, su figura se me quedó grabada. Mi madre me contó el resto de la historia... Y fuera allí que yo entendía que la comida que acercaba al escondite, no era para los gatos, como ella aseguraba.
Esta es una realidad, que me ha tracasado, toda mi vida. Aquel cura, palabras d de mi madre, no merecía ser maltratado.! Pobre muchacho! Decía las pocas veces que hablaba de él. Si cuento esto, es por la manía que hay de juzgar a todos los rojos de la misma manera. El tracaso, mayor fue crecer en el engaño, y saber que se estaba persiguiendo y matando.
El disgusto mío fue el engaño a que sometió el régimen dictatorial a que fuimos sometidos, las muchas muertes, y hacerse mayor y saber que la república trajo escuelas y libertades que unos barrigas llenas asesinaron. ayudados por unos generales que fueron sanguinarios. Es triste aprender fuera de tu país la historia: la verdadera, que aún al día de hoy se intentan justificar hechos, diciendo que el golpe de estado era necesario. ¿Y lo que siguió después también?
¿Años de persecuciones y asinatos también era necesario? No hombre nó, Hubo impacientes... hubo quines les aplaudieron. Hubo quines vieron peligar, los privilegios que se habían otorgado.
Por lo demás: he leído mucho de todos los lados, pero jamás leído o escuchado, que la derecha no perdiera en las urnas; cierto que gobernó años anteriores, como cierto que que se hicieron escuelas. por millares, y que el analfabetismo descendió.
No hay justificación alguna para un golpe de estado, y mucho menos para seguir matando. Me extendería mucho mas sobre hechos que venían de atrás, donde el capitalismo feroz era dueño hasta de las voluntades, u por tanto de la libertad. se le asustó en nuestro pías que sería un ensayo para lo que sucedió después. Otro día hablaré de que los oprimidos se cansan de está oprimidos: en los años 30 había demasiados.
... (ver texto completo)