Conesa afeitando a Nicomedes.
Buenos días Nicomedes
que suerte que estáis despierto
llevo aquí un rato puesto
para hacer mis quehaceres,
gracias que de vez en cuando
pasa Eudoxia por aquí
y si siempre me hace tilín
cuando me agita en refajo.
¿Cómo está la niña Petra?
ay que pena que me da
cuando la veo pasar
sin su hombre a su diestra.
Eudoxia, anda preciosa
tráeme agua calentita
a ver si hoy la perilla
me sale más primorosa.
Entra Eudoxia.
Buenos días cosa bonita,
que posees un salero
que es “pa” quitarse el sombrero,
que cara más exquisita.
Nicomedes, usted sabe
que yo sé, porque lo sé
que Eudoxia es para usted
con su Petra, uña y carne
y yo sé que usted la quiere
como si fuera otra hija
y Nicanora la mima
porque es buena y obediente
Pues que sepa usted que el mendas
también la tengo cariño,
y como no soy un niño
pedirle quiero licencias
para festejar con ella
muy formal y muy decente
“pa” que se entere la gente
como las gasta Conesa.
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