En mi caso, fui un emigrante de los años 50 muy joven, tenía cuatro añitos, mis padres se asentaron en Cataluña donde fuimos acogidos y que cada año por vacaciones ibamos un mes a Andalucía (Granada) nuestra tierra de origen, donde teníamos a todo el resto de la familia, abuelos, tios y primos. Mis padres fallecieron en Cataluña y ahora aquel niñito de cuatro años ya se ha jubilado, han pasado nada menos que 60 años y casi cada año sin falta hemos tenido contacto con aquella tierra que nos vió nacer. ... (ver texto completo)