Enfoquemos la mirada en las cosas que están sucediendo y que todos los cambios que se avecinen signifiquen progreso, solidaridad, consideración e integración con la Iglesia. Que honren la doctrina Cristina, que precisamente de eso se trata y que no importe si somos católicos o no, que lo importante sea que desde nuestras más profundas convicciones recemos para que este Papa pueda cambiar cosas tan sustanciales para la Iglesia Católica.